Vino natural 100% Cinsault del Valle del Itata. Fruta negra fresca, notas de yogurt de mora. Intenso y jugoso. Ideal para carnes grasas, charcutería y quesos.
Un pack que rinde homenaje al corazón del vino chileno.
Algorta aporta elegancia,
Schwaderer frescura y modernidad,
y Gillmore la profundidad de las parras viejas del Maule.
Un tinto liviano, jugoso y sin filtro. Cinsault + País del Itata con alma de campo y cuerpo de fruta. Ideal pa’ abrir sin culpa cualquier día de la semana.
Semillón del Itata profundo: floral, mineral, con textura y alma. Viejas parras de Guarilihue que reviven en un blanco sin miedo al tiempo ni a la mesa.
Pinot Noir de Aconcagua Costa, ligero, jugoso y sin maquillaje. Fruta roja fresca, toques florales y un final vibrante. Pura expresión del terroir costero en cada sorbo.
Pedro Ximenez en modo salvaje. Fruta, acidez y salinidad desde Limarí. Un blanco seco, jugoso y distinto, hecho para maridar ceviches, sushi y buenas conversaciones.
Rosed 100% Malbec (Limarí): rosado pálido, fruta roja fresca y guiño cítrico. Seco, tenso y con final salino. Perfecto para ceviche, machas, sushi y ensaladas. Servir a 8–10 °C.
Un tinto que no se guarda nada: País y Pupulla del secano costero de Lolol, hecho a mano, sin adornos, con fruta fresca, tensión natural y sabor a terroir real. Así es Missile.
Alien Blend de El Portazo es un tinto mutante, jugoso y lleno de vida. Un ensamblaje irrepetible del Valle de Colchagua que sorprende con fruta roja, taninos firmes y un retrogusto galáctico. Para asados, pastas o una noche fuera de este mundo.
Un blend expresivo del Valle del Maipo con Syrah, Cabernet Sauvignon y Carignan. Fruta madura, especias y frescura en perfecta armonía. Ideal para acompañar carnes a la parrilla, guisos sabrosos o compartir con amigos.
Malbec costero fermentado en ánforas de cocciopesto, fresco y jugoso. Aromas a cerezas y flores, con taninos presentes y final largo. Un vino natural y vibrante desde Litueche, Valle de Colchagua.