Un pack que rinde homenaje al corazón del vino chileno.
Algorta aporta elegancia,
Schwaderer frescura y modernidad,
y Gillmore la profundidad de las parras viejas del Maule.
Merlot profundo del secano maulino. Fruta negra, cacao y tierra húmeda en una botella con historia y carácter. Ideal para platos sabrosos y momentos sin apuro.
Garnacha del Valle de Colchagua, fresca y vibrante.
Aromas de frutas rojas, especias suaves y un toque floral.
En boca es jugosa, elegante y con final travieso:
ideal para tapas, pastas mediterráneas y carnes blancas.
Desde el secano interior del Itata, este Merlot expresa fruta jugosa, taninos pulidos y frescura vibrante. Un tinto que respira el aire seco y mineral de su origen.