Semillón del Itata profundo: floral, mineral, con textura y alma. Viejas parras de Guarilihue que reviven en un blanco sin miedo al tiempo ni a la mesa.
Soloist Syrah (Cachapoal Andes): violeta profundo, fruta negra y especias. Tanino maduro, frescura viva y final largo. 15 meses en barrica francesa. Perfecto con cordero y parrilla.