No tiene un blanco del año, me pregunta un compita por WhatsApp.

De reojo, miro el stock de Caleta y me doy cuenta de que pocos blancos jóvenes del año tengo y no es por qué no me gusten, solamente que el parroquiano prefiere tintos muy tintos y el consumidor de blancos es muy poco y los que consumen prefieren vinos complejos de terruños extremos y de calidades superiores.

Algo paso y cambio, la tendencia apunto a blancos más frescos, jóvenes, sin barrica para el consumo rápido, crocantes y frescos al extremo cítricos, para los más entendidos la barrica tapaba aromas y sabores propios de la variedad, en fin hoy encontramos vinos que cosechan se Vinifican y a los pocos meses está en las góndolas de los supermercados y tiendas especializadas anunciados con bombos y platillos, cosa buena para las frescas ostras y ceviches playeros.

Varios años atrás, los blancos como el Chardonnay y Sauvignon Blanc con barrica o Gran Reserva, como les dicen, eran campeones, vinos redondos, empalagosos y con gran volumen en boca aromas tropicales, piña, mango, vainilla y mieles, aromas aportados por varios meses y hasta años de guarda en barrica.

Uno de los clásicos, Las Encinas De San Pedro con notas bien dulces y algo ajerezadas, cosa bien buena para los que se atreven a más y aunque no lo crea, uno de los más consumidos por personas ya entradas en edad y no lo cambian por moda, sino que por costumbre, el Sauvignon Blanc de los Vascos, que sigue siendo de mis preferidos por los potentes aromas y acides media baja agradable al paladar, por otro lado, el maravilloso Cuvée Alexandre Chardonnay de Casa Lapostolle uno de los primeros vinos de calidad que probé cuando era muy chico y no sabía diferenciar entre blanco y tinto.

Una de las maravillas que he encontrado es Sauvignon Blanc Vivendo de Viña Cayptra 2009 un vino de 13 años, si bien es cierto ya no tiene la acides y frescor de juventud, pero se transformó en un cremoso y complejo blanco, por qué se preguntará usted aguantó tanto, quien sabe, el Terrua, la calidad de la uva, la mano del enólogo o simplemente suerte.

Atrévase a probar blancos más antiguos y no le haga caso a las etiquetas que dicen consumir joven, revise las góndolas de los súper, tiendas y botillerías en busca de blancos antiguos, en una de esa se encuentra con una maravilla, si esta “diferente” lo deja pa la cocina.

Ninguno de los vinos que menciono están él el catálogo de Caleta, pero si se anima revise la web y sapee los que tenemos, algunos muy interesantes por no ser variedades muy comunes y valles no muy tradicionales para la producción de vinos.